martes, 18 de marzo de 2014

Zen: la Atención Plena



Por Dokushô Villalba Roshi.



Resumen de una conferencia del maestro:

El punto de partida de la búsqueda espiritual de Buda es la AFLICCIÓN: constatación de la aflicción que todos los seres humanos experimentamos por el hecho de estar vivos por el hecho de existir.

La principal causa de la aflicción es la IGNORANCIA: no luminosidad, no claro: estado mental confuso, en el que no hay un percepción clara de nuestra verdadera existencia.

Para acabar con esa aflicción hay que transformar el estado de ignorancia: velo, niebla que empaña la visión de la verdadera realidad, conocimiento deficiente E IMPRECISO y limitado de la realidad del mundo en el que vivimos, defectuoso. Fruto de esa torpeza existencial generamos estados aflictivos tanto en nosotros como en las personas que nos rodean. Gran parte de nuestro proceso cognitivo sucede de forma inconsciente: no entendemos por qué nos pasa lo que nos pasa.

Somos bio-computadoras que hemos sido programadas a través de la cultura y la genética para percibir la

realidad de una determinada manera: no sabemos los códigos de funcionamiento de nuestros programas. Los usuarios sólo usamos la computadora.

En nuestra vida cotidiana nos sucede lo mismo, hemos recibido ciertas pautas para manejar los diferentes programas, y cuando nos enfrentamos a un momento de bloqueo no sabemos que hacer porque no nos conocemos.

Una de las grandes facultades de la atención consciente nos permite tomar consciente de nuestros propios programas/estados inconscientes a nivel emocional, espiritual y mental.

Oh monjes, decía Buda, la única forma que los seres se purifiquen para que superen la tristeza y la lamentación que destruyan el dolor y el sufrimiento, para alcanzar el estilo recto de vida, para que consigan el nirvana, la única forma es la práctica de la atención consciente.

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