por Alberto Zorrilla
El amor, como el aire, lo disfrutamos de dos formas diferentes, cuando lo recibimos y cuando lo damos, cuando lo inhalamos y cuando lo exhalamos. El amor siempre nos produce alegría cuando fluye a través de nosotros, pero nos hace disfrutar de dos formas distintas.
En el primer caso para poder disfrutar dependes de la persona que te da afecto, en el segundo sólo dependes de ti. El primer caso es el amor dependiente, el segundo el amor libre.
El amor dependiente y el miedo a que te dejen de querer siempre van